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martes, 16 de abril de 2013

Informe Conclusiones Catequistas 2013


INFORME SOBRE LAS CONCLUSIONES
DE LOS TRABAJOS DE GRUPO
EN LA JORNADA DE CATEQUISTAS 2013 EN ELDA





El domingo 3 de marzo se celebró la Jornada de catequistas en la ciudad de Elda, bajo el lema: “Celebrar el don precioso de la fe”. Se formaron 80 grupos de trabajo que reunía a catequistas de 104 parroquias de la diócesis que participaron en dicho evento. He aquí las conclusiones de los grupos de trabajo.  


1.   ES TAREA DE LA CATEQUESIS SUSCITAR Y FAVORECER LA CONVERSIÓN

a)   ¿Está presente en nuestra tarea catequética?

La mayoría de los grupos han respondido que la conversión sí está presente en la catequesis como algo esencial y fundamental.  No se entendería la catequesis sin la conversión que la precede y la acompaña. Se apunta también que la conversión se ha de adaptar a la mentalidad del niño/a o del joven, por ello se ha de pensar en una conversión gradual  respetando siempre la madurez de los catequizandos.
Se piensa la conversión desde una catequesis enfocada como “primer anuncio”, es decir, suscitando deseos de conocer a Jesús y de ser su amigo. Muchos grupos relacionan fe y conversión, y apuntan que si no hay conversión, no es fecunda la transmisión de la fe.  Algunos grupos relacionan la conversión con el seguimiento a Jesús que brota del sacramento del bautismo. Otros tratan de concretar en qué consiste esa conversión que suscita la catequesis y la explican como un llevar a la práctica en nuestra vida diaria el Evangelio de Jesús, no reduciéndose la catequesis a una mera información de Jesús. 
Muchos grupos relacionan la conversión, que la catequesis propicia, con el testimonio de los padres y los catequistas. La conversión que queremos fomentar en la catequesis ha de ir acompañada del testimonio de la familia y de la comunidad cristiana. Algunos grupos se quejan de la falta de testimonio por parte de los padres. Se pide también la conversión de los catequistas para realizar una buena tarea catequética.
Se subraya la importancia de unificar criterios a la hora de organizar la conversión en los diferentes pasos que los niños y jóvenes van dando a lo largo del itinerario catequético. 

b)   ¿En qué consiste la conversión que señala el papa?   

A partir del bautismo es una tarea permanente de renovación hasta el final de nuestra vida. Es una conversión personal desde la fe que nos conduce a vivir en plenitud. Es tener un encuentro personal con Dios y dar testimonio de él, con nuestra vida, palabras y obras. Es la plenitud de amor que Jesús nos ofrece con su muerte y resurrección. Una catequesis que no está marcada con la conversión no tiene posibilidad de una auténtica maduración de la fe.    

c)   ¿La proponemos a nuestros catequizandos?  

Todos los grupos confiesan que la propuesta de la conversión está presente en sus catequesis. Para los catequistas esto significa que la catequesis no se queda en una mera información de contenidos que hay que conocer, sino que esos contenidos  van calando en el interior de los niños, jóvenes y adultos, llegando a cambiar y a transformar sus pensamientos, actitudes y hábitos. La catequesis, pues, se entiende como una forma de ser cristiano y de vivir en la Iglesia. Proponer esta conversión comporta también por parte de la catequesis traducir el mensaje evangélico a la vida cotidiana, a comportamientos de vida, expresado todo a partir del ejemplo de vida del catequista y la comunidad cristiana. Apuntan también que en cada curso de catequesis se trabajan estrategias para ayudar a dicha conversión.  Algún grupo constata lo difícil que resulta proponer la conversión a nuestros niños precisamente porque el ambiente de familia y de la sociedad no acompaña a esta conversión que pide el evangelio.  

d)   ¿En qué se nota?    

En el cambio personal que se va viendo en el niño y en el joven mientras realiza su itinerario catequético. En la coherencia y en la fidelidad. Se nota no tanto en palabras, sino en hechos que llenan de satisfacción la vida del catequista. Se nota en la madurez que muestra el catequizando. Signos de su conversión son también el interés que muestran los niños en los temas de religión, en su actitud de responsabilidad, en su amistad con Jesús que va creciendo, en la asistencia a la Eucaristía. Ciertamente, el tema de la conversión está condicionado a la familia y al ambiente que rodea al niño y al joven.

2.   ES TAREA DE LA CATEQUESIS ROBUSTECER LAS ACTITUDES DE FE

a)   ¿Consideras que tu catequesis trabaja por crear mentalidad de cristiano, desemboca en un seguimiento de Jesús?

Todos los grupos contestan afirmativamente y de forma satisfactoria porque el fin de la catequesis es crear mentalidad de cristiano. Con la Palabra de Dios anunciada y explicada en la catequesis se intenta ir configurando al cristiano e invitándolo al seguimiento de Jesús. Muchos grupos señalan la importancia de enseñar a los catequizando a amar a Jesús para ser como Jesús y seguirle. Algunos catequistas constatan lagunas en esta tarea, reconocen la dificultad de crear esta mentalidad cristiana. Reconocen también que en algunas ocasiones no están preparados para saber responder a las preguntas e inquietudes que los catequizandos les plantean.

b)   ¿Eres catequista esperanzado en la fuerza y el poder del Señor?    

Se reconocen catequistas de esperanza apoyados en la gracia y en el poder de Dios para el que nada hay imposible. Juega un papel importante el apoyo de los compañeros en la catequesis y del sacerdote para trabajar esperanzados. Son conscientes de las dificultades, pero la esperanza puesta en Dios les hace superarlas.  La esperanza que vive el catequista hay que traducirla también en gestos concretos en la catequesis: la alegría, las dinámicas de juegos. Sobre todo la música y la canción son transmisoras de esperanza y hay que utilizarlas mucho en la catequesis.  
 
c)   ¿Cómo está presente la caridad en tu catequesis? ¿en qué se nota?

La caridad forma parte importante de la catequesis, no tanto como conocimiento teórico, sino en la práctica del día a día: perdonando, queriendo, ayudando, compartiendo.  Los niños saben que Jesús valora mucho la caridad y ellos se esfuerzan como Jesús. Se presenta el ejemplo de una parroquia en donde los niños va guardando cada semana un euro de sus ahorros y al mes lo lleva a la parroquia en forma de alimento o para depositarlo en la colecta. Son gestos sencillos, pero concretos, que educan a la vivencia de la caridad y del compartir con los demás.  




3.   ES TAREA DE LA CATEQUESIS GARANTIZAR UN CONOCIMIENTO ADECUADO DE LOS CONTENIDOS DE FE

a)   ¿Se ha trabajo en tu parroquia la catequesis preparatoria a la Jornada sobre el Catecismo de la Iglesia Católica?

Una gran mayoría reconoce que sí han trabajado la catequesis preparatoria sobre el Catecismo a través de reuniones periódicas. Valoran el apoyo que han encontrado en el sacerdote para explicarles la catequesis. Algunos señalan que sí se ha trabajado, pero no con la profundidad que les hubiera gustado. Otros, los menos, confiesan no haber trabajado la catequesis preparatoria.
 
b)   ¿qué ha supuesto para ti? 

La gran mayoría responde que acercase al Catecismo en el Año de la fe ha supuesto un enriquecimiento y un regalo. Un reencuentro con Dios en sus vidas. Han descubierto de forma sorprendente que el Catecismo no es un libro rígido sino un libro pastoral. A través de él se puede uno encontrar con Jesucristo en su Iglesia.  Su fe se ha fortalecido en la lectura y acercamiento a las páginas del Catecismo. Ha supuesto redescubrir los contenidos de la fe. Un grupo señala lo difícil que resulta el material por ser muy técnico y de elevado nivel teológico. 

4.   ES TAREA DE LA CATEQUESIS EDUCAR PARA EL COMPORTAMIENTO CRISTIANO

a)   ¿Cuál de estas dimensiones está más presente y cuál más olvidada en tu catequesis?

Las dimensiones más presente son la escucha y el anuncio de la Palabra de Dios, la fraternidad y la generosidad, el servicio y la vida comunitaria
Las dimensiones más olvidadas: la oración, la caridad, la Eucaristía, la lectura de la Biblia.  

b)   ¿Qué podemos hacer por mejorarlas en la catequesis?

No cerrarse a sugerencias que surgen al compartir con otros catequistas, por ejemplo, en la Jornadas de catequistas. Abrir estas dimensiones de la catequesis a las familias para que participen. Solicitar la ayuda de Dios para que nuestra tarea sea humilde y venga de Él. No olvidar la oración que es el alimento de la catequesis. Hacer más vivencial el conocimiento que enseñamos y transmitimos. Ayudar a los niños a descubrir su vocación. Insistir más en la importancia de la Eucaristía en la vida de los catequizandos. Hacer una catequesis más dinámica, con actividades fuera de las sesiones de catequesis.





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