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viernes, 24 de febrero de 2012

LA PREPARACIÓN DE LA JORNADA DEL CATEQUISTA


Testimonio de una catequista



Una de mis asignaturas pendientes, queel Señor tenía prevista para mí, con la Iglesia,era la labor de DAR a los niños con el catecismo, el agua de la vida eterna.

De modo que, este es mi primer año como catequista de post comunión. Pero al igual que intentamos transmitir la palabra dejándonos inspirar por el Espíritu Santo, también nos es necesaria una formación especial en el conocimiento de la misma, que nos ayude, principalmente a descubrir la vida como un Don que recibimos de Dios y, por tanto, amarla. Éste es el principal objetivo del que debemos percatarnos. A este proceder se le denomina cultura de la vocación.

Después, reflexionar sobre el motivo por el que estamos aquí. Si en verdad creemos en Dios y en la misión pensada para con cada uno de nosotros en esta vida¡busquémosla! y una vez hallada,estemos dispuestos a cumplir y entregarnos a su voluntad.

Resulta difícil salir de nuestros “egos” (yo) y autopreocupaciones, pero¿cómo definir esa sensación cuando nos abrimos al necesitado? eso es ser verdaderos humanos,y nos acerca a Dios.

Para avanzar hacia la santidad recibimos el apoyo de los Santos; expresamente como gran ejemplo de vocación catequética tenemos a San Pablo. Cuya fortaleza, valentía y gracia de Dios lo ha movido a conquistar tantas almas hasta hacerllegar el evangelio a nuestros días.

Centrándonos en la vocación de catequistas, tenemos la misión de transmitir la Fe con alegría porque confiamos en el Señor.Pero aparecen obstáculos que nos empañan la mirada impidiéndonos ver con claridad y,tropezamos; entonces nos asaltan las dudas… en esos momentos el paño de la misericordia de Dios elimina esa brisa que nos paralizaba.

Nuestra referencia principal es Jesús, así mismo, puliendo nuestra alma de las capas de (egoísmo, orgullo, rencor, envidia…) que cubren el núcleo principal de nuestra esencia, podremos ser también nosotros un modelo espiritual para los demás.

¡Señor que en mí te vean a ti!

Olga Pérez


martes, 21 de febrero de 2012

Miércoles de ceniza

 Una oportunidad más que hay que aprovechar


Desde pequeña, el día de Miércoles de Ceniza lo recuerdo como una celebración triste, una cruz de ceniza oscura en la frente que me transmitía una pena que no era capaz de entender.



Con el paso del tiempo y los años , he borrado aquel amargo recuerdo y gracias a Dios he podido comprender que estaba muy equivocada, así pues, todo lo contrario: qué bonita y gran oportunidad la que Dios nos brinda es este día: recapacitar, pensar, entender que la vida pasa y queremos recuperarla con la más inmensa alegría ahora y para el resto de nuestros días, en los que nuestro corazón, nuestra vida y alma necesita un punto de partida, de luchar por lo que somos y realmente queremos llegar a ser; teniendo ahora más presente que nunca que es Él quien nos anima, empuja, y nos da la fuerza necesaria para cambiar y seguir su ejemplo de vida.

 Dejemos  atrás esas perezas, prejuicios y desánimos que durante el resto del año hayamos tenido, pues con facilidad nos distraemos en lo que no vale la pena y ahora una vez más es el momento de sentirnos amados y abrazar este encuentro con Dios.

María Teresa Grau

sábado, 18 de febrero de 2012

Triduo de las Cuarenta Horas

“Dios está aquí”




La oración eucarística de las Cuarenta Horas se extendió rápidamente desde Milán, en 1537, y otras ciudades italianas, a París en 1574, a Lyon en 1576, a Roma en 1592, a Annemasse y a Thonon en 1597-1598, por iniciativa de San Francisco de Sales; a Bruselas en 1624. Los Frailes Menores, por encargo de Urbano VIII, mediante un Breve de 1624, las difunden en España (Chiappini 378).

Esta devoción se extiende también a Hispanoamérica, a los Países Bajos, Alemania, Polonia y a todas las naciones cristianas. En los Estados Unidos, las Cuarenta Horas, introducidas a mediados del siglo XIX por el obispo Neumann, fueron establecidas para toda la nación en el Concilio plenario de Baltimore, en 1875 (Cargnoni 2722).

Las Cuarenta Horas, en la segunda mitad del XVI, se celebran en algunos lugares antes de iniciarse la Cuaresma, con un sentido de reparación por los pecados cometidos en esos días de Carnaval y como preparación inmediata al penitente tiempo cuaresmal (AdS 1918,2: 22). Recordemos en esto que las tres estaciones de San Gregorio Magno, suplicantes y penitenciales, también tenían lugar antes de comenzar la Cuaresma.

Esta celebración de las Cuarenta Horas durante el Carnaval, con una motivación netamente reparadora, fue costumbre promovida especialmente por la Compañía de Jesús siguiendo, según parece, indicaciones hechas por San Ignacio en su lecho de muerte. Esta santa práctica venía a ser así como un eco del «contra-carnaval» promovido por Savonarola en Florencia (+1497) y continuado por los dominicos que seguían su inspiración.

La celebración de las Cuarenta Horas es una celebración de toda la Iglesia. En todo el mundo los cristianos se unirán para adorar al Santísimo Sacramento. En su origen los cristianos necesitaban expresar de algún modo aquél tiempo que Jesús estuvo sepultado, desde su muerte en la cruz hasta su resurrección en domingo. Es ésta una celebración que ha de unir a toda la Iglesia en un mismo sentir: el de adorar a Nuestro Señor Jesús, vivo realmente presente en el Sacramento Eucarístico.

Estos días nos sirven para acercarnos más a Jesús, entrar en Su intimidad. Jesús quiere colmarnos de bendiciones pero debemos acudir a Él. “Venid a Mi los que estáis cansados y agobiados que Yo os aliviaré”. Pero esta ocasión es especial. Es para acompañar a Jesús que tantas veces es olvidado, despreciado o negado. Es una gran oportunidad para estar con Él y que la comunidad de fe de la parroquia se llene de las gracias, la vida, los beneficios que nos da la adoración eucarística.

El Santísimo estará expuesto en nuestra parroquia el domingo, después de la misa, hasta las 6 de la tarde. También lunes y martes desde la mañana hasta las seis de la tarde y terminará cada día con el rezo de las vísperas (el martes estará expuesto hasta la hora de misa). Tenemos al Santísimo expuesto en nuestra comunidad durante más tiempo de lo habitual, tenemos que dar gracias por este regalo y también dar una buena respuesta ante la grandeza del milagro de que Jesús está presente ahí. El va a estar más cerca estos días y nosotros siempre tenemos necesidad de Él. No podemos quedarnos indiferentes. Hay que aprovechar estos días, que sean días de adoración especiales para estar con Jesús, para pedirle, dar gracias y acompañarle. Él siempre está con nosotros.

En mi opinión toda la comunidad cristiana del pueblo debe estar ahí porque aunque es la adoración un acto de cada persona esta celebración tiene un carácter comunitario y creo que toda la comunidad cristiana, si participa, se beneficiará mucho.

“Tened por cierto el tiempo que empleéis con devoción delante de este divinísimo Sacramento, será el tiempo que más bien os reportará en esta vida y más os consolará en vuestra muerte y en la eternidad. Y sabed que acaso ganaréis más en un cuarto de hora de adoración en la presencia de Jesús Sacramentado que en todos los demás ejercicios espirituales del día.”  San Alfonso María de Liborio

Oración de San Alfonso María Ligorio

Señor mío Jesucristo, que por amor a los hombre estás noche y día en este sacramento, lleno de piedad y de amor, esperando, llamando y recibiendo a cuantos vienen a visitarte: creo que estás presente en el sacramento del altar. Te adoro desde el abismo de mi nada y te doy gracias por todas las mercedes que me has hecho, y especialmente por haberte dado tu mismo en este sacramento, por haberme concedido por mi abogada a tu amantísima Madre y haberme llamado a visitarte en esta iglesia.

Adoro ahora a tu Santísimo corazón y deseo adorarlo por tres fines: el primero, en acción de gracias por este insigne beneficio; en segundo lugar, para resarcirte de todas las injurias que recibes de tus enemigos en este sacramento; y finalmente, deseando adorarte con esta visita en todos los lugares de la tierra donde estás sacramentado con menos culto y abandono.


Luis Pastor Grau


Bibliografía:

http://www.gratisdate.org/nuevas/oracaflic/orac.aflic.ch7.html
http://www.manantialdivino.com/id810.html

miércoles, 15 de febrero de 2012

Acompañar a la Cruz

Durante el pasado año, he tenido la oportunidad de ser invitada a diferentes actos realizados a lo largo y ancho de nuestra geografía, en los que se festejaba la llegada de la Cruz de los Jóvenes a la ciudad.

He presenciado y participado en algunos de ellos. Y he visto a miles de jóvenes mostrando, con firmeza y sin miedo, ante todos su fe.

Si ya por sí, todos estos momentos fueron emocionantes, lo fue más para mí, cuando este Signo de unión llego a nuestra Vega Baja.

Ver como tantos de nuestros jóvenes se arrodillaban, besaban, abrazaban y oraban con fervor delante de la Cruz. Vi que nuestras iglesias no están vacías de jóvenes, que la fe está viva  y se siente también joven.

Con este videoclip y el himno que hicimos con motivo de la JMJ 2011 (Jornada Mundial de la Juventud) queremos mostrar la expresión, en cada uno de los rostros que en él aparecen, de ese momento de unión y oración que vivimos todos los que nos acercamos a la Cruz.

Os invitamos que por medio de él, te sientas parte de una iglesia viva y joven.





¡Únete, Siéntelo, Vívelo!

               Mariola Alcocer

lunes, 13 de febrero de 2012

La Pastoral del Enfermo en Nuestra Parroquia


El 11 de Febrero, memoria de la virgen de Lourdes, se ha celebró la JORNADA MUNDIAL DEL ENFERMO. Para esta ocasión, el Papa Benedicto XVI, ha escrito un mensaje, rico en contenido, que podéis leer en el ND (Noticias Diocesanas) de la 1ª semana de Febrero y que nuestro querido Obispo D. Rafael Palmero comenta en el mismo boletín informativo.

En nuestra Parroquia, ese mismo día, en la misa vespertina, se celebró el “ENVÍO DEL AGENTE DE PASTORAL DE LA SALUD”.

El sábado 11 de febrero, en la eucaristía de la tarde, ocho personas se comprometieron, ante la Comunidad Parroquial, a visitar a los enfermos y ancianos, para llevarles el consuelo y la cercanía de Jesucristo. Como dice el Papa en el mensaje: “En el encuentro con Cristo pueden experimentar realmente que ¡QUIEN CREE NO ESTÁ NUNCA SOLO!

En efecto, Dios por medio de su hijo, no nos abandona en nuestras angustias y sufrimientos; está junto a nosotros, nos ayuda a llevarlas y desea curar nuestro corazón en lo más profundo. Quien invoca al Señor en su sufrimiento y enfermedad, está seguro de que su amor no le abandonará nunca y de que el amor de La Iglesia, que continúa en el tiempo su obra de salvación, nunca le fallará”.

Las visitadoras de enfermos desean ser ese reflejo de la bondad y la compasión de Dios y de la Iglesia. Reconocen que el Señor recompensa su entrega y servicio, llenándolas de alegría.
Alguna de ellas ha confesado:” ¡Qué feliz soy cuando visito a los enfermos!”. “Los enfermos se alegran de nuestra visita y de ser escuchados, pero creo que a mí Dios, me da más alegría todavía.”

Se cumple aquello de que “Hay más alegría en dar que en recibir”, y también lo que expresa el Papa:”La atención y el cuidado pastoral hacia los enfermos, por un lado es señal de la ternura de Dios hacia los que sufren, y por otro lado beneficia espiritualmente  a los Sacerdotes y a toda la comunidad cristiana, sabiendo que todo lo que se hace con el más pequeño, se hace en el mismo Jesús (MT 25,40)”

Actualmente en nuestra son visitados 75 ancianos y enfermos, aunque seguramente habrá más personas mayores que desconocemos y que agradecerían ese acercamiento a sus hogares. Unos 40, reciben la comunión quincenalmente administrada por el Párroco los 1º y 2º Viernes de mes y por las Hermanas de La Fraternidad los 3º y 4º Viernes.

El 16 de Abril, en la tradicional procesión de San Vicente, se llevará solemnemente la comunión a algunos de los enfermos, y el 5 de Mayo, en la Misa, está prevista la celebración comunitaria de la Unción de Enfermos. Como dice Benedicto XVI: “La Unción de los enfermos no debe ser considerada como un Sacramento Menor, respecto de los otros”. Para preparar este momento de gracia contamos con la ayuda de los miembros de la Pastoral de la Salud.

Acabo con otras palabras del Papa:”Deseo auxiliar a los enfermos y a los que sufren a encontrar siempre en la fe un ancla segura, alimentada por la escucha de la Palabra de Dios, la oración personal y los sacramentos”.

Hermana de la Fraternidad Reparadora
 y Equipo de Pastoral de la Salud



Fray Leopoldo Bigastro

PRIMERA CELEBRACIÓN EN LA PARROQUIA
DEL BEATO FRAY LEOPOLDO DE ALPANDEIRE

Desde hace 30 años, las buenas gentes del pueblo de Bigastro van en peregrinación todos los años a la tumba del Fray Leopoldo, en Granada.

A partir de su beatificación, los feligreses de la parroquia encargaron en Italia una talla de madera de la imagen del Beato Fray Leopoldo. El rector de la Iglesia de Granada, P. Alfonso, bendijo solemnemente la imagen y regaló la reliquia del Beato a la parroquia.

Este año, por primera vez, la comunidad parroquial ha querido celebrar su festividad en su día el 9 de febrero. Acudieron devotos de toda la comarca. 

A las 18 horas se expuso el Santísimo con el rezo de Santo rosario, a continuación se hizo el canto de las vísperas. 

La misa solemne a las 19 horas, con la concelebración de D. José Manuel Menárguez, párroco de Daya Nueva. Celebró la eucaristía el párroco D. Aurelio Ferrándiz. 

Finalizada la eucaristía, se hizo una procesión claustral con las reliquias del Beato, la primera procesión en la parroquia.

Se estrenó el himno al Beato, cuya letra es composición de las hermanas de la Fraternidad Reparadora y música del cura párroco. 

Terminó el acto con el beso a la reliquia del Limosnero de Granada. 

Una celebración que dejó, sin duda alguna, honda huella espiritual en todos los participantes.


HIMNO DEL PUEBLO DE BIGASTRO
AL BEATO FRAY LEOPOLDO


EL PUEBLO DE BIGASTRO
ENTONA ESTA CANCIÓN,
CON JÚBILO EN LOS LABIOS
Y FE EN EL CORAZÓN:

BEATO FRAY LEOPOLDO
QUE TU VIDA IMITEMOS
Y UN DÍA ASÍ GOCEMOS
CONTIGO VIENDO A DIOS.

1.Humilde limosnero
sencillo y obediente,
con tu mirada ardiente
reflejas al Señor.
Amante de la Virgen
con tres Ave Marías,
Dios llevas a los hombres
y a los hombres a Dios.

2.Leopoldo de Alpandeire
Leopoldo de Bigastro,
devotos te aclamamos
cantando ante tu altar.
Atiende nuestros ruegos
y enciende en nuestras almas,
el anhelo del cielo
y de la santidad.




Para ver más grandes las fotos hay que pinchar en una de ellas y se os abrirá una página nueva.




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martes, 7 de febrero de 2012

El Cursillo de Cristiandad

Testimonio de una joven de la parroquia



Cuatro jóvenes de la parroquia han asistido el fin de semana pasado a un Cursillo de Cristiandad en la casa espiritualidad D. Diego Hernández de Elche. He aquí el testimonio que nos ha dejado una joven, muy comprometida en la liturgia de la parroquia.

“Cuando supe del cursillo pensé ¿Para qué voy a ir, si yo ya voy a misa y hago mis cosas…?

Pero al final gracias a los ánimos y buenas intenciones de Olga y Luis decidí hacerlo.

Luego mis preguntas eran otras ¿Qué haremos allí? ¿Qué nos dirán o qué nos enseñarán?

Pues bien ahora ya tengo todas mis preguntas contestadas y además pienso que cualquier persona debe hacerlo porque fortalece interiormente.

Al cursillo fui pensando, a ver que me ha preparado el Señor… y en realidad es eso, algo que el Señor nos regala para que lo conozcamos más y seamos más felices junto a Él.

Cuando estás en el curso te da mucho tiempo a meditar, y yo pensé, con todo lo que Él hizo por nosotros… ¿Qué hacemos nosotros por Él? ¿nos preguntamos alguna vez qué quiere de nosotros?

Son muchas las preguntas que se hace uno cuando le dedica un poco de tiempo al Señor.

Sobre el curso deciros que es una experiencia maravillosa y renovadora, experiencia que no vais a tener por el testimonio de la gente, sino por el vuestro propio, es decir ¡hay que animarse a hacerlo!

Y sobre Cristo… vine llena de Él, me dio mucha alegría, amor, confianza, me llenó de gracias. Me sentí más cerca de Él.

Ya para terminar deciros que vine con la amistad y cariño de mucha gente, pero sobre todo, con el cariño y la amistad de Dios”.
Pilar Sáez

domingo, 5 de febrero de 2012

Mirar a los Santos; Fray Leopoldo

Los santos: presencia y rostro de Dios


Tenemos a la vista la celebración de la fiesta del beato Fray Leopoldo del Alpandeire, un beato camino a los altares, que nuestra comunidad parroquial tiene en gran afecto y cariño. El Jueves, día 9 de febrero, celebraremos unas vísperas solemnes y una misa en acción de gracias, al finalizar la eucaristía haremos una procesión con sus reliquias y cantaremos su himno recién compuesto. Para prepararnos bien a esta fiesta, he querido reflexionar sobre la santidad, el papel fundamental que los santos desempeñan todavía en la comunidad cristiana. Nosotros estamos llamados a mirar a los santos porque ellos son hoy presencia y rostro de Dios.

En efecto, ha llegado el momento de superar y dejar atrás aquel impulso iconoclasta que dejaba el tema de los santos como algo inútil y pasado de moda. Ha sido el mismo Concilio Vaticano II el que nos ha estimulado a pensar en el tema de la santidad como algo actual, como un tema que ofrece sugerencias pastorales muy ricas.

Para comenzar esta sencilla reflexión, he elegido un texto de la Constitución dogmática Lumen Gentium, el número 50, dice así: “En la vida de aquellos que, siendo hombres como nosotros, se transforman con mayor perfección en imagen de Cristo (cf. 2 Cor 3,18), Dios manifiesta vivamente ante los hombres su presencia y su rostro. En ellos Él mismo nos habla y nos ofrece un signo de su reino, hacia el cual somos atraídos poderosamente con tan gran nube de testigos que nos envuelve (cf. Hebr 12, 1) y con tan gran testimonio de la verdad del Evangelio”

Encuentro en este texto del Concilio palabras claves para el tema que nos ocupa. “En la vida de los santos Dios manifiesta ante los hombres su presencia y su rostro”. Esta es la pedagogía de la santidad: que Dios asume lo humano, se hace presente en la vida humilde y sencilla de los hombres, como fue el limosnero de Granada, para manifestar su misterio santo de amor. Los santos son “presencia y rostro” del Dios Vivo, dice el Concilio. En los santos se realiza una vez más la encarnación de Dios, sus vidas están al servicio del misterio de Dios. Por ello, viéndolos a ellos estamos viendo a Dios, nos hacen cercano y familiar el misterio grande de Dios.

De esta forma podemos decir que la pedagogía de la santidad es la pedagogía de la encarnación: Dios asume lo humano, se hace rostro y palabra en la vida cotidiana de los santos.

1. El modelo de santidad es Jesús de Nazaret: la encarnación

La santidad de Dios manifestada a lo largo de toda la historia de la salvación ha tenido su momento culminante en la Encarnación de Jesús de Nazaret. ¿En qué ha consistido? En Jesús de Nazaret, el Dios inaccesible y misterioso, el Dios inefable y radicalmente trascendente se ha hecho rostro, se ha hecho palabra. En el rostro y la palabra de Jesús de Nazaret, Dios se ha hecho cercano, comprensible. En Él podemos hablar a Dios y podemos hablar de Dios. En la vida de Jesús se manifiesta y revela lo que Dios es para los hombres: vida y plenitud. En Cristo, el Ser de Dios se une a la finitud humana para hacernos saber no sólo que Dios es santo, sino también para anunciarnos, en un incomprensible acto de amor, que hemos sido tocados por el Santo. Y por ello estamos llamados a participar de la plenitud de su Misterio cuando nos dejamos llevar a la intimidad de su vida Trinitaria.

En Jesús Dios es para el hombre, hace de la vida del hombre la expresión más radical de su gloria. En el contacto cotidiano con Jesús los apóstoles han encontrado a Dios y lo han descubierto como un Dios cercano y acogedor. En Jesús han experimentado que Dios da salvación con un estilo inesperadamente original: salva en la solidaridad, en una compañía con cada hombre, que llega Dios mismo a hacerse realmente hombre. De esta forma, por la encarnación, no solo hemos descubierto quién es Dios para nosotros, sino quién es el hombre para Dios, es decir, el significado y el valor de la humanidad del hombre.

En la encarnación, Dios se ha revelado al hombre de modo humano. Su inefable misterio se ha hecho comprensible y experimental, porque ha tomado el rostro y la palabra de Jesús de Nazaret. La humanidad de Jesús es Dios-con-nosotros. La encarnación es también la revelación más plena del hombre: revela cuál es su infinita grandeza. Esta gran afirmación nos asegura que nuestra humanidad es más grande de lo que podemos imaginar. Es, en pequeña y gran medida, rostro y palabra de Dios inefable e inaccesible.

La conclusión que sacamos para nuestro tema es muy importante: la humanidad del hombre es el lugar en que Dios se hace presente en nuestra existencia cotidiana, como Padre bueno y acogedor, que salva y llena de vida.

2. La misión de los santos: hacer cercano a Dios, los santos “presencia y rostro de Dios” en nuestro mundo

Este proyecto inesperado de diálogo y de encuentro entre la divinidad y la humanidad no se refiere sólo a Jesús de Nazaret. Él es ciertamente el rostro y la palabra definitiva de Dios. Pero su palabra continúa sin embargo resonando en los pliegue de la historia de todos los días: en la vida de cada hombre Dios se hace todavía rostro y palabra que solicita, acoge y salva. En nuestra experiencia cotidiana Dios se hace cercano en la medida en que nos asemejamos a Jesús de Nazaret: en la medida en que nuestra humanidad se realiza en la verdad, como es la humanidad plena y definitiva de Jesús. Es fácil traicionar nuestra imagen y reducir por ello a Dios al silencio en nuestra vida y en nuestra sociedad.

Sin embargo, los santos son aquellos compañeros de nuestro camino que nos hacen a Dios más cercano porque en su humanidad brillan más intensamente los signos de la humanidad plena y verdadera de Jesús. En sus vidas, el rostro y la palabra de Dios resuena más alto, provocante y convincente. Gracias a los santos nos sentimos todos más sumergidos en el amor de Dios, lo sentimos un poco más Padre nuestro. En ellos somos invitados a vivir la vida en plenitud, a ponernos de parte de la vida, a buscar y adorar el rostro de Dios en medio de esta generación que no cree en Dios.

Necesitamos de los santos para sentirnos todavía hijos de Dios: para ver al Invisible y para comprender al Inefable. En una palabra, los santos continúan en el tiempo la Revelación de Dios al hombre, la encarnación de Dios con el hombre. La función de los santos forma parte intrínseca del proceso salvífico de Dios.

Concluyo esta sencilla reflexión haciendo ver, en lo que yo conozco, que las personas que están en el camino de la santidad, tan cercanas a nosotros, como es el beato Fray Leopoldo, se convirtió en la mejor imagen de Jesucristo viviendo su vida apasionadamente, desde la asunción y el desempeño fiel de sus tareas cotidianas y humildes como era pedir limosna, desde la vivencia responsable de su humanidad. Y de esta forma, lo ordinario de su vida lo hicieron extraordinario. Para cuantos los conocieron y contemplaron fueron y son “palabra y rostro” de Dios.


Párroco D. Aurelio Ferrándiz

jueves, 2 de febrero de 2012

Y Después del Bautismo ¿Qué?

Una propuesta de seguimiento postbautismal

Ante la proximidad de la fiesta de la Candelaria, nuestra parroquia ha convocado a los padres  que bautizaron a sus hijos durante este año para ofrecerlos a la Virgen (domingo 29 de enero). Pero más allá de este rito entrañable, hemos querido invitar a los padres para una catequesis postbautismal, es decir, poder acompañarles en los años posteriores al bautismo para ayudarles en la tarea de educar en la fe a sus hijos. Esto nos ha parecido algo muy importante y prioritario que las parroquias no deberían descuidar.

En efecto, es ahora cuando hemos comprobado con toda claridad que en los años que van desde el bautismo hasta que el niño se incorpora a la catequesis de iniciación sacramental (6-7 años), existe una gran vacío catequético en la educación religiosa del niño, cuyas consecuencias nocivas emergen, sin duda alguna, año más tarde. Es fácil echar la culpa a los padres, porque no atienden este momento del “despertar religioso” del niño en la familia. Pero hemos también de preguntarnos: desde que solicitaron el bautismo ¿qué contactos hemos tenido con los padres?, ¿les hemos ofrecido algo para que puedan atender debidamente la educación religiosa de sus hijos?, ¿están verdaderamente preparados para educar religiosamente a sus hijos?, ¿son conscientes de la responsabilidad que tiene en la educación de la fe de sus hijos? ¿con qué conocimientos cuentan para educar religiosamente a sus hijos?

He aquí un gran trabajo que realizar y que no debemos desatender. Nuestra propuesta se presenta muy sencilla, pero creemos que muy útil: en la medida en que el niño bautizado va creciendo en edad, los padres han de crecer en conocimientos sobre la vida psicológica y espiritual de su hijo. Para ello, resulta imprescindible que los padres reciban alguna información en la comunidad parroquial. Los catequistas bautismales, las religiosas junto con el párroco, quieren salir al paso en este servicio. En principio hemos quedado con ofrecer una sesión cada dos meses donde  poder escuchar la experiencia de los padres en la crianza y educación de sus hijos. Partiendo siempre de la ternura, el afecto y la confianza se puede entablar un dialogo muy fecundo con los padres que están verdaderamente receptivos a toda información y acompañamiento. Si los padres descubren que esto es bueno para sus hijos, accedarán a las reuniones de buen grado, porque los padres hacen todo por sus hijos

Esperamos que esta experiencia primeriza en la parroquia dé un buen fruto pastoral.



Aurelio Ferrándiz García
Párroco





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