Solemne celebración del Domingo de Ramos

El Domingo de Ramos es el pórtico de la Semana Santa. Con la bendición de las palmas y la lectura de la pasión hemos entrado de lleno en la celebración del Misterio Pascual. La solemne procesión, participada por todo el pueblo, niños, padres, autoridades  ha conmemorado la entrada de Jesús en Jerusalén y ha sido un acto de aclamación y de fe en el Señor. La celebración ha sido un momento fuerte de evangelización, explicando la esencia de lo que celebramos: la entrega de Jesús en la cruz por amor a los hombres. La procesión ha constituido una manifestación de fe por las calles del pueblo reconociendo a Jesús como Mesías y Señor de nuestra vida. En los días sucesivos celebraremos el Triduo Pascual: pasión, muerte y resurrección del Señor. Sintonicemos con Jesús "que me amó y se entregó por mí".